1.
El día para el esclavo comienza con un premio: bebe la orina que durante la noche han ido destilando los riñones del amo. La bebe caliente y saliendo de la polla dura, lo cual representa otro placer añadido.
2.
Limpia con su lengua, antes de levantarse el amo, los sobacos y el ano de su señor. Eso relaja al amo y, a la vez, le da tranquilidad a él: sabe que no le va a faltar donde chupar, donde sentirse un cachorrillo acurrucado y protegido por su amo.
3.
Prepara el desayuno y se dispone a servir al señor y a asistirle en lo que sea necesario: se tumba a sus pies y dormita allí, mientras el amo lee o hace cualquier cosa que se le ocurra. Está siempre atento a las órdenes de su propietario y se encarga de vaciarle la vejiga, cuando lo necesita. La mañana, así, pasa volando.
4.
El esclavo prepara la comida para el amo. El esclavo siempre come a los pies de su dueño y después que él. Mientras el amo come, él permanece de pie, esperando órdenes. A veces, si está generoso el amo, añade a la comida del esclavo las sobras de la suya. A veces se la da medio masticada. Como un favor especial puede echarle algun lapo, que él chupa como si fuera miel. En ocasiones especialísimas, se la riega con una buena meada para que esté más sabrosa.
5.
La tarde empieza con un ligero descanso para el amo, mientras el esclavo recoge la mesa y limpia los platos. A la hora convenida, el esclavo despierta al amo mamándole la verga. Es un despertar muy agradable, si el esclavo es capaz de no despertar al amo con cualquier otro ruido y si, además, la primera sensación que recibe el amo es la de la lengua caleinte envolviendo el glande. El escalvo se esfuerza en hacerlo bien, porque sabe que si el amo despierta de mala baba, las ostias le pueden caer por todos lados... y al amo le gusta azotar al esclavo, cuando este no hace bien las cosas...
6.
El trabajo del esclavo durante la tarde, además de recoger cualquier líquido que decida expulsar el amo, pasa por masajearle los pies y, cuando el amo necesita algo de descanso, darle un buen masaje en la espalda. Tambien, con la lengua, aprovecha para limpiar de nuevo el ojete, sudado.
7.
A la noche se repite el ritual de la comida, con la diferencia que el esclavo, despues de cenar y de haber recogido todo, tiene ya su lugar en la alfombra, a los pies del amo. Allí podrá adormecerse, oliendo los piezacos del amo, hasta que este decida usarlo, antes de dormir.
8.
En el momento del abuso anal del esclavo, en la noche, el amo le ordena sacarse el plug del culo: lo ha llevado puesto todo el día... (se me ha olvidado decirlo). El esclavo sabe que lo que va a entrarle es mas grueso que el plug. El esclvo aguanta y sirve: asiste a su amo para que expulse la leche usando el culo o la boca del esclavo.
9.
Finalmente, con el culo aun rezumando semen, o con el sabor de la leche del amo en su boca –esa leche que tanto le gusta- el esclavo se vuleve a introducir el plug, para disponerse a dormir. Está necesitado, a veces, de sacarse él mismo su propia leche. Pide permiso al amo, pero este, segun esté de humor o no, se lo dará o no. Si se lo da, le da la llave del cinturon de castidad que lleva puesto el esclavo (es el segundo detalle que he olvidado referir) y el esclavo, feliz y agradecido, procede a sacarse la leche, mientras lame un sobaco del amo o un calzoncillo de su señor, usado y pestilente. Es el placer máximo al que puede acceder el esclavo, que se corre en su propia mano, muestra su semen al amo y espera órdenes sobre si es obligado a comerselo o no. Normalmente, el amo le ordena comerlo, porque sabe que no le gusta.
10.
Duchado, con el plug en su sitio y su jaulita cerrada con llave, el esclavo pide humildemente dormir al lado de su propietario. El amo, a veces le deja dormir a sus pies. el esclavo besa entonces la mano del amo y se duerme, feliz, sabiendo que su dueño y señor lo cuida y lo proteje. Sabe que asistiendo a su amo, él existe. Si no, ni siquiera existiría.
El día para el esclavo comienza con un premio: bebe la orina que durante la noche han ido destilando los riñones del amo. La bebe caliente y saliendo de la polla dura, lo cual representa otro placer añadido.
2.
Limpia con su lengua, antes de levantarse el amo, los sobacos y el ano de su señor. Eso relaja al amo y, a la vez, le da tranquilidad a él: sabe que no le va a faltar donde chupar, donde sentirse un cachorrillo acurrucado y protegido por su amo.
3.
Prepara el desayuno y se dispone a servir al señor y a asistirle en lo que sea necesario: se tumba a sus pies y dormita allí, mientras el amo lee o hace cualquier cosa que se le ocurra. Está siempre atento a las órdenes de su propietario y se encarga de vaciarle la vejiga, cuando lo necesita. La mañana, así, pasa volando.
4.
El esclavo prepara la comida para el amo. El esclavo siempre come a los pies de su dueño y después que él. Mientras el amo come, él permanece de pie, esperando órdenes. A veces, si está generoso el amo, añade a la comida del esclavo las sobras de la suya. A veces se la da medio masticada. Como un favor especial puede echarle algun lapo, que él chupa como si fuera miel. En ocasiones especialísimas, se la riega con una buena meada para que esté más sabrosa.
5.
La tarde empieza con un ligero descanso para el amo, mientras el esclavo recoge la mesa y limpia los platos. A la hora convenida, el esclavo despierta al amo mamándole la verga. Es un despertar muy agradable, si el esclavo es capaz de no despertar al amo con cualquier otro ruido y si, además, la primera sensación que recibe el amo es la de la lengua caleinte envolviendo el glande. El escalvo se esfuerza en hacerlo bien, porque sabe que si el amo despierta de mala baba, las ostias le pueden caer por todos lados... y al amo le gusta azotar al esclavo, cuando este no hace bien las cosas...
6.
El trabajo del esclavo durante la tarde, además de recoger cualquier líquido que decida expulsar el amo, pasa por masajearle los pies y, cuando el amo necesita algo de descanso, darle un buen masaje en la espalda. Tambien, con la lengua, aprovecha para limpiar de nuevo el ojete, sudado.
7.
A la noche se repite el ritual de la comida, con la diferencia que el esclavo, despues de cenar y de haber recogido todo, tiene ya su lugar en la alfombra, a los pies del amo. Allí podrá adormecerse, oliendo los piezacos del amo, hasta que este decida usarlo, antes de dormir.
8.
En el momento del abuso anal del esclavo, en la noche, el amo le ordena sacarse el plug del culo: lo ha llevado puesto todo el día... (se me ha olvidado decirlo). El esclavo sabe que lo que va a entrarle es mas grueso que el plug. El esclvo aguanta y sirve: asiste a su amo para que expulse la leche usando el culo o la boca del esclavo.
9.
Finalmente, con el culo aun rezumando semen, o con el sabor de la leche del amo en su boca –esa leche que tanto le gusta- el esclavo se vuleve a introducir el plug, para disponerse a dormir. Está necesitado, a veces, de sacarse él mismo su propia leche. Pide permiso al amo, pero este, segun esté de humor o no, se lo dará o no. Si se lo da, le da la llave del cinturon de castidad que lleva puesto el esclavo (es el segundo detalle que he olvidado referir) y el esclavo, feliz y agradecido, procede a sacarse la leche, mientras lame un sobaco del amo o un calzoncillo de su señor, usado y pestilente. Es el placer máximo al que puede acceder el esclavo, que se corre en su propia mano, muestra su semen al amo y espera órdenes sobre si es obligado a comerselo o no. Normalmente, el amo le ordena comerlo, porque sabe que no le gusta.
10.
Duchado, con el plug en su sitio y su jaulita cerrada con llave, el esclavo pide humildemente dormir al lado de su propietario. El amo, a veces le deja dormir a sus pies. el esclavo besa entonces la mano del amo y se duerme, feliz, sabiendo que su dueño y señor lo cuida y lo proteje. Sabe que asistiendo a su amo, él existe. Si no, ni siquiera existiría.
salvo algunos detalles juraria que es un relato de lo que sucedió a este perro hace poco. buen texto ;)
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