martes, 19 de mayo de 2009

El poder "secreto" de mi Amo


Mi Amo me ordenó servirle. Quería que le masajeara, chupara y limpiara los pies, que le masajeara los gemelos y las piernas y que permaneciese con su polla en mi boca. Así lo hice. Pero tengo que reconocer que para mi es un placer pasar mi lengua entre los dedos de sus pies y que es casi inevitable que mi boca babee cuando tengo sus tremendos huevos a un dedo de mis ojos. Olfateé su polla y la meti en mi boca. Solo teniéndola dentro y jugando suavemente con mi lengua, se puso completamente dura dentro y me empezaba a ahogar. Allí estuve aguantando, intentando respirar a duras penas, pero permanecí con ella.

Cuando se empezó a mover y me pidió que le sacara la leche, empecé a chuparla entera, a sentirla dentro de mi garganta y a saborerar su hermoso glande. Conseguí mi mejor premio: su semen en mi boca.

Mi amo me autorizó a correrme. Así que me tumbé y empecé a masturbarme pero, por la razón que sea, no llegaba a la eyaculación. Así que mi Amo me cogió de los pezones y me ordenó arrodillarme ante él. Lo hice y, de rodillas, mirándole, adorándole, viendo su mirada y su cuerpo y su poder delante de mi............ no tarde ni un minuto en eyacular en mi propia mano. Luego, siguiendo sus instrucciones, lo lamí y me lo tragué.

Lo que quiero decir con esto es que mi Amo, con sola su presencia, tiene la facilidad de excitarme y hacer que me vuelva loco por él..... Lo que más necesito, al acabar, es besar su mano y sus pies y agradecerle su atención.

martes, 5 de mayo de 2009

DISTANCIA


El esclavo puede estar cerca o lejos de su Amo y Señor: a veces, esto da igual.
Puede servirle con su cuerpo, con su mente o con su intención.
Tambien, con su voluntad de obedecer, de ser del Amo, de pertenecer a su Señor.
El esclavo
-MI esclavo-
me sirve en la distancia o con su presencia.
Eso no importa: sé que está ahí. Sé que es
MÍO.
Incluso prefiero que tenga capacidad de decisión en algunas cosas,
porque sus decisiones, sus actos, me indican más que su obediencia:
las limitaciones que se autoimpone un esclavo para dar gusto y placer a su Señor,
son
mejores que las órdenes que se acatan a regañadientes.
Por eso MI esclavo, aunque no esté las 24 horas del día a mi lado,
se siente mío.
Lo sé.
Y eso me da placer:
me gusta saber que mi perro fiel está siempre sirviéndome,
haga lo que haga...
que yo estoy en su mente y que sabe que yo,
incluso estando lejos,
me preocupo por él,
pienso en él,
en su bienestar y en su afecto.
Es un bien mío y velo por él.
No dejaría, nunca, que nadie le hiciese daño,
le humillase o le maltratase.
Yo lo humillaré, para su placer y para el mío,
si es el caso.
Yo le haré daño, si veo que lo necesita:
será mi gusto y el suyo.
Yo lo trataré como yo crea que le conviene para su educación
y para mi disfrute y su entrenamiento.
Pero nadie más, mientras sea mío,
le tocará un pelo de su cabeza fiel.