jueves, 23 de abril de 2009

A tus pies



Mi amo está cansado, sudando. Se sienta cómodo y me pide que le descalce y masajee sus pies. Lo hago obediente y, además, feliz.

Me pone los calcetines en la cara y mientras masajeo los pies. El olor es fuerte. Dificil de describir porque yo lo describiría como "olor a mi amo". No hay otro igual, es el mejor.

Despues, me acerco a sus pies con mi lengua para empezar a limpiarlos. El calor de sus pies, el olor de su piel, se me mete en el cerebro. Y lamo despacio, pausadamente. lamo toda la superficie. Mordisqueo aquellas partes de su pie que creo que le gustará mas. Mi lengua se mete entre los dedos limpiando concienzudamente. Mi boca chupará todos y cada uno de sus dedos.

Mi boca refrescará sus pies y después, seguiré masajeando hasta que me ordene parar.

Siempre a tus pies, Amo.